Los supermercados alertan de que el incremento de costes energéticos puede “comprometer la sostenibilidad” de muchas empresas

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Reproducimos el artículo publicado por Diariosigloxxi.com con información de Servimedia sobre la preocupación de los costes de la energía en el sector de la distribución alimentaria.

Las cadenas de supermercados están sufriendo el impacto del incremento de los costes energéticos, “muy especialmente” para el ámbito de la distribución en el ámbito de la energía “hasta el punto de que pueden comprometer seriamente la sostenibilidad de muchas empresas del sector”.

Así lo indicó en declaraciones a Servimedia el director general de la Asociación de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, cuya asociación representa a supermercados como Mercadona, Lidl, Día o Ahorra Más.

García Magarzo afirmó que las cadenas de supermercados, que suelen trabajar con contratos anuales de electricidad, están teniendo problemas para renovar estas tarifas. Así, las renovaciones se están produciendo “en condiciones de mercado y precio muchísimo más desfavorables” y hay empresas que “ni siquiera van a poder hacerlo” y tendrán que “estar comprando energía en el mercado libre”, explicó.

El director general de Asedas señaló que en este final de año se está produciendo un incremento de costes “desconocido hasta la fecha” que está generando “muchísima inquietud”. En concreto, el precio de la electricidad en el mercado mayorista ha finalizado 2021 con una media de 111,92 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone una subida interanual del 329,56% en comparación con 2020. Es la consecuencia de la escalada del precio del gas natural y, en menor medida, de la revalorización de los derechos de emisión de CO2.

Esta subida tiene su reflejo en el Índice de Precios de Consumo (IPC), que registró en diciembre una tasa anual del 6,7%, lo que supone la cota más alta desde marzo de 1992. Según el dato, en este comportamiento destaca la subida del precio de la electricidad, y, “en menor medida”, el aumento de los precios de la alimentación.

Preguntado por esta cuestión, García Magarzo aseguró que “el consumidor en España tiene la tranquilidad de que se va a repercutir lo menos posible porque la competencia obliga a ello”. No obstante, el experto aseveró que “todos tenemos que ser conscientes de que los incrementos de costes están siendo muy importantes”.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, detalló en declaraciones a Servimedia que la energía eléctrica es el “principal coste de la explotación de los supermercados” tras la remuneración del personal y el inmobiliario.

Así, el máximo responsable de la organización que representa a supermercados como Alcampo, Carrefour, Eroski o Supercor señaló que “tres cuartas partes del coste energético de la estructura operativa de las tiendas y de los almacenes se dirige al mantenimiento de los equipos de frío”.

Sobre las medidas que se pueden llevar a cabo para paliar el impacto, el director general de Asedas resaltó que el Gobierno “tiene en su mano la parte de la factura eléctrica de impuestos y peajes de la red eléctrica» y pidió “medidas más a medio plazo” relacionadas con “el cambio de la estructura de la producción” o “la diversificación de las fuentes».

Por su parte, desde la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged), que integra a compañías como El Corte Inglés, Ikea o MediaMarkt, señalaron a Servimedia que con las “tensiones inflacionistas y los problemas logísticos, no es el momento más conveniente para subir los impuestos o las cotizaciones sociales”.

VARIANTE ÓMICRON

Al respecto del impacto de la variante ómicron en el sector, Asedas y Anged destacaron que los supermercados son “espacios seguros” desde el principio de la pandemia. Además, García Magarzo aseguró que “en absoluto” se está produciendo un comportamiento de los clientes parecido al de marzo de 2020, cuando productos como el papel higiénico quedaron agotados, y descartó un posible incremento de plantillas ante una variante que parece más contagiosa que las anteriores.

Por su parte, al respecto del canal de venta online, Del Pino explicó que “las compras de Navidad están estrechamente relacionadas con los productos frescos y para ocasiones tan especiales seguimos yendo a comprar de manera presencial”. No en vano, recalcó la transformación que ha sufrido el sector durante la pandemia al resaltar que la demanda de venta online “ha ido en aumento y ya representa el 2% del volumen de ventas”.

Preguntado por un balance del año, el presidente de Asedas resaltó que 2020 fue un año “excepcional” por el cierre de la hostelería y restauración, lo que provocó un aumento de ventas al ser “el único canal de aprovisionamiento de las familias”. En este 2021, la situación “se ha ido normalizando como consecuencia del funcionamiento de la hostelería y restauración”, añadió.