En el Día Internacional de Protección de la Capa de Ozono, que se celebra el próximo 16 de septiembre, ASEDAS, Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, recuerda que la movilidad constituye uno de los pilares de la sostenibilidad medioambiental del supermercado.

Este formato se define por su capacidad de reducir las emisiones de gases a la atmósfera en todos los pasos del proceso de distribución de alimentos: desde la recogida de productos en sus puntos de origen y su recepción en tienda hasta el acceso del cliente al establecimiento y el reparto a domicilio.

• Procesos logísticos: En lo que se refiere a la logística destinada a llevar los alimentos desde el productor o fabricante al supermercado, en los últimos años se han producido grandes avances en la organización de rutas de transporte eficaces que permiten aprovechar la carga máxima de los camiones y optimizar todos sus trayectos de manera que ningún vehículo viaje vacío. Esta organización apoyada por la tecnología, junto con el uso de energéticas limpias, es fundamental para lograr una reducción de emisiones que puede superar las 36 toneladas de CO₂ por flota.

Tampoco cabe obviar en este capítulo la importancia de transportes alternativos, como el ferrocarril, que permiten el traslado de mercancías en condiciones óptimas, y pueden reducir en más de 200.000 el número de transportes por carretera.

• Acceso a la tienda: La propia definición del supermercado de proximidad, situado en los centros urbanos muy cerca de las viviendas y trabajos de los consumidores, hace que alrededor del 85% de los clientes hagan la compra a pie. Los que no lo hacen, recorren en coche una media de no más de 4 kilómetros. Además, lo que podríamos denominar centralización del abastecimiento, es decir, la oferta de productos, tanto frescos como envasados de alimentación y de droguería, en una única ubicación, hace que los clientes puedan realizar toda su compra cotidiana cerca de sus domicilios.

• Movilidad urbana: En el capítulo del reparto a domicilio de las compras –fundamental ante el incremento de la venta online-, los supermercados han introducido en sus flotas de furgonetas combustibles limpios –gas natural, eléctricos…- cuyo objetivo es lograr “0 emisiones” tanto para moverse como para refrigerar la carga. También cabe mencionar estrategias como la agrupación de pedidos y horarios que permiten optimizar energéticamente las rutas de reparto.

“La propia definición de supermercado de proximidad hace de este formato el más respetuoso con el medio ambiente al poner la alimentación muy cerca de las personas y del entorno urbano de las ciudades. Sin embargo, la disminución de las emisiones de CO2 a la atmósfera en todos los pasos de la cadena de distribución es un desvelo de las empresas de ASEDAS, que han hecho y siguen haciendo un gran esfuerzo logístico y tecnológico para lograr la reducción de miles de millones de emisiones”, afirma Ignacio García Magarzo, Director General de ASEDAS.