Felipe Medina, secretario general técnico de ASEDAS, Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, ha comparecido hoy ante el Parlamento de Extremadura en una ponencia en torno a la cadena de valor agroalimentaria. Durante la misma ha destacado la excelente labor realizada durante la pandemia para garantizar, entre todos, el suministro de alimentación a la población como una muestra de la eficacia y fortaleza de la misma.

Felipe Medina ha reclamado la necesidad de un sector agroalimentario fuerte, con capacidad para producir de forma competitiva las variedades que el consumidor demanda, tanto en calidad como en cantidad. La colaboración entre los diferentes eslabones de la cadena, de los que la distribución es uno más, es fundamental para trabajar en beneficio del consumidor y ello pasa por establecer relaciones comerciales estables y a largo plazo con garantías jurídicas para todas las partes.

El fortalecimiento de la cadena de valor agroalimentaria pasa por solucionar los problemas de sostenibilidad de las explotaciones, mejorando las estructuras de producción y comercialización con capacidad para estructurar la oferta y defender los productos en el mercado, así como que permitan a los productores no estar condicionados por riesgos como el clima o las cosechas. Además, la estrategia del sector debe pasar por abordar los nuevos retos como la sostenibilidad, la transformación digital y la respuesta al reto demográfico que le permita ser más eficiente y competitivo.

En este marco, un esfuerzo común debe ser mejorar la comunicación hacia el consumidor. Se trata de un objetivo para el que herramientas como un observatorio del funcionamiento del mercado pueden ayudar siempre que se hagan bajo criterios de rigurosidad y transparencia, gracias al apoyo que deben proporcionar, en todo caso, las fuentes oficiales, las instituciones públicas y la comunidad científica.

El secretario general de ASEDAS ha cerrado su intervención con un llamamiento a la unidad y a la rigurosidad: “nuestra visión de la cadena está marcada por la necesaria colaboración entre eslabones. La distribución no es el problema, está para ayudar y pretende ser parte de la solución. Para ello, usemos la ciencia de la economía agroalimentaria, que nos permitirá identificar mejor la naturaleza de los problemas y avanzar hacia una cadena fuerte y transparente al servicio de las necesidades y demandas de los ciudadanos”.