Los sectores esenciales empujan el empleo

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El sector de la alimentación, con toda su cadena de valor, era ya antes de la pandemia uno de los sectores que más aportaba al PIB. Las actuales circunstancias lo han hecho visible como un sector tractor de la economía por su capacidad de crear empleo tanto directo como indirecto. Destacan en este capítulo, además de la agricultura, las actividades de logística y la digitalización. A pesar de ello, no cabe tomar este sector como homogéneo, ya que el cierre de la hostelería y del turismo está afectando negativamente a la distribución mayorista y a ciertas empresas alimentarias y productos agrarios.

Un reciente estudio de Randstad señala el dinamismo de la logística a la hora de crear empleo en este año 2021, destacando el papel del comercio electrónico. Se trata de un canal que ha llegado para quedarse, como indica nuestro IV Observatorio de Comercio Electrónico, en la figura del consumidor mixto, que utiliza ambas vías de acceso a la alimentación desde la idea de las ventajas que otorga la “proximidad digital”.

Muy ligado a esta actividad, la tecnología se presenta como otro nicho importante de creación de empleo. Pero éste va mucho más allá de la logística ligada al comercio electrónico para contribuir tanto a la transformación digital como a la sostenibilidad de la cadena. Tecnologías disruptivas como el big data, el block chain o la inteligencia artificial nos permiten alcanzar la máxima eficacia en la gestión del surtido –limitando el desperdicio alimentario-, en la gestión de flotas bajo criterios de eficacia o en el control de equipos de refrigeración, entre otros.

En el capítulo de las industrias más dinámicas en cuanto a empleo, junto con la sanitaria y la farmacéutica, la consultora laboral sitúa también la alimentaria. Se trata de grupos de actividad muy significativos en este momento en cuanto a la esencialidad del trabajo que realizan para la sociedad.