El hogar es el lugar de consumo prioritario de la alimentación en España y las personas responsables de la alimentación en los hogares suelen ser las que asumen la rutina de la compra. Según el estudio del Grupo de Investigación de Alimentación de la Universidad de Oviedo publicado por el Ministerio de Agricultura, el 87% de las personas que cocinan, son a su vez, quienes hacen la compra, y de ellas, el 72% son mujeres.

En los últimos cinco años se ha comprobado que los varones cocinan más, pero el mayor peso de las tareas de compra y preparación de los alimentos sigue recayendo mayoritariamente en mujeres. De hecho, ocho de cada diez mujeres se siguen encargando de proveer de alimentos los hogares españoles.

Los supermercados se han convertido, de este modo, en un aliado y facilitador de la vida de la mujer trabajadora gracias a su factor de proximidad. Las empresas de ASEDAS cuentan con más de 18.000 puntos de venta en toda España, lo que le permite tener a pocos metros de casa un establecimiento para poder hacer la compra con un surtido amplio, más de 8.000 referencias de media, sin tener que invertir mucho tiempo en ello.

Según los datos de este estudio, en general, la mujer lleva más comida preparada de casa al trabajo que el hombre. El número de hombres que no cocina es de un 31% frente al 5,2% de las mujeres. En este sentido, las personas que cocinan, de las que 7 de cada 10 son mujeres, son las mismas que confeccionan las dietas y hacen la lista de la compra. Una lista guiada, prioritariamente, por criterios de salud. Esto ha hecho elevar la venta de productos frescos que, en el caso de los supermercados de ASEDAS, se ha incrementado un 15%, en los últimos años, ya que tres de cada cuatro compradores adquieren los productos frescos en establecimientos de proximidad.

Por otro lado, los alimentos procesados como congelados y las conservas, que en el último año han aumentado su venta un 14,3% y un 12% respectivamente en los supermercados de ASEDAS, se han convertido para la mujer trabajadora en productos ya “tradicionales”.

En cuanto a los hábitos de comidas de las mujeres trabajadoras, en el estudio se refleja el hecho de que comen y cenan solas con más frecuencia que los hombres. En este sentido, los supermercados han sabido adaptarse al nuevo perfil de consumidoras, ofreciendo productos dirigidos al consumo individual o preparación en porciones para reducir, además, el desperdicio alimentario.

*Los datos utilizados forman parte del estudio sobre “Hábitos alimentarios de los españoles”, que han sido analizados por un grupo de investigación de 7 Universidades españolas encabezado por el Grupo de Investigación en Sociología de la Alimentación del Departamento de Sociología de la Universidad de Oviedo, que fue reconocido con el “Premio ASEDAS 2015”.