
Radiografía de los productos «listos para comer»
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Llevamos ya algún tiempo observando el auge de los alimentos “listos para comer”. Ellos concentran perfectamente el significado de la palabra “conveniencia” -otro término en auge en el sector del gran consumo- porque responden a la necesidad de proporcionar a los consumidores alimentación sana y fácil de consumir ante la falta de tiempo para “meterse en la cocina”.
De hecho, el primer trimestre de 2019 cerraba con un crecimiento del 4,2% en estas gamas de productos. Los principales motivos de este auge son la falta de tiempo para cocinar, la reducción del tamaño de los hogares y un cambio en las tendencias de consumo que valoran lo simple y práctico. De hecho, los productos listos para comer pueden definirse como “sencillos, pequeños y prácticos”.
El 56% de los españoles declara consumir alimentación “read to eat” por falta de tiempo, según el estudio Alimentación de conveniencia publicado por el Shopper View de AECOC. Estos consumidores consideran que estos productos les aportan comodidad, rapidez y variedad, en definitiva, “conveniencia”. Es interesante subrayar, en el concepto variedad, que los consumidores aprecian la posibilidad de acceder a platos de cocina internacional, como el sushi y el cus-cus, entre otros.
En cuanto a los canales de distribución, el supermercado es también referencia a la hora de acceder a este tipo de alimentación: el 92% de la alimentación “read to eat” se compra en el establecimiento habitual de los consumidores.
Un aspecto importante sobre este tipo de comida es el envase. Los consumidores aprecian que éste sea transparente, porque genera más confianza, y también que sea sostenible ante la creciente preocupación por el medio ambiente.