
Los ejes de la empleabilidad en el sector del comercio
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El mundo laboral se sitúa en un contexto que ofrece múltiples oportunidades para los trabajadores y para las empresas, pero requiere, al mismo tiempo, una gran capacidad de adaptación tanto en términos de titulaciones como de formación de equipos. El futuro que se visualiza está formado por equipos multidisciplinares que deben incluir cualificaciones intermedias de formación profesional. La Jornada AECOC Empleabilidad sobre Educación, empleo y talento 2030, reunió a grandes expertas que adelantaron las claves de la empleabilidad del futuro, con un importante foco puesto en la Formación Profesional.
Clara Sanz, directora general de Formación Profesional del Ministerio de Educación, explicó las líneas generales de la nueva Formación Profesional: 6 niveles, multitud de microformaciones de entre 30 y 50 horas, nuevas titulaciones que buscan actualizar las “tradicionales” y que casi todas incluyen un enfoque tecnológico y el carácter dual de la formación…. Herramientas que, en definitiva, buscan hacer itinerarios formativos “a la carta”. Así mismo, se destaca la necesidad de impulsar la acreditación de las competencias profesionales adquiridas en la empresa, aunque Clara Sanz defendió que la formación se imparta en centros habilitados y no tanto en la propia empresa. En este sentido, sorprende el alto porcentaje de personas con formación básica (educación obligatoria) en el comercio.
Mónica Moso, CaixaBank Dualiza
Esta nueva FP tiene grandes retos: diseño de titulaciones actualizadas (Sanz mencionó la comercialización de productos frescos, como una formación relevante para nuestro sector); agilidad en el diálogo con empresas y organizaciones; diseño de la formación; coordinación con las CCAA y el Ministerio; introducción la innovación técnica y educativa (se está creando una Red Estatal de Centros de Excelencia de FP en colaboración estrecha con empresas).
«No se elige lo que no se conoce»
A pesar de todo, el sistema de formación profesional en España sigue siendo deficitario desde un punto de vista de consideración social. Y ese es, posiblemente, uno de los grandes retos. “El gran problema de la FP es que no se conoce. No se elige lo que no se conoce”, afirmó.
Y, sin embargo, la evolución del empleo indica claramente una equiparación entre las ofertas para diplomados universitarios y diplomados en formación profesional, con la dual superando a la no dual. Los perfiles profesionales del futuro no vienen definidos tanto por la titulación en concreto como por la hibridación y la polivalencia, según Mónica Moso, de CaixaBank Dualiza, quien defiende la evolución del empleo tal como lo conocemos hoy en día frente a teorías que hablan de una “revolución” o un cambio más radical.
Mónica Moso, CaixaBank Dualiza
Además, se calcula que el 80 por ciento de los puestos de trabajo tendrán en breve –si no lo tienen ya- incorporado algún elemento tecnológico. Realmente, son muy pocas las tareas que, en cualquier ámbito, y también, por supuesto, en la distribución alimentaria, están exentas de digitalización. He aquí uno de los grandes los retos del mundo laboral.
Los ejes de la cualificación en el comercio
En la actualidad, los ejes de la cualificación son, para esta investigadora, la relación con la tecnología –se buscan personas capaces de integrar y utilizar elementos tecnológicos en su trabajo habitual-, gestión de la información –el volumen de datos que llegan en todos los ámbitos hace necesario poder comprenderlos y utilizarlos-, polivalencia y especialización –términos que pueden parecer contradictorios, pero imprescindibles para aportar un valor añadido real en el puesto de trabajo-, competencias técnicas y competencias soft –las capacidades que podemos llamar humanas cobran cada vez más importancia cuando se acompañan de un saber técnico- y, por último, autonomía y dependencia –definido como la capacidad de tener iniciativas propias, pero compartirlas y trabajarlas en equipo-.
Por último, y concretamente en el ámbito del comercio, cada uno de los ejes mencionados puede ser más o menos relevante en función del puesto de trabajo. Por ejemplo, a los gestores de logística se les pedirán mayores conocimientos o práctica informática, mientras que a los administrativos se les exigirá una mayor capacidad de análisis de datos. A pesar de ello, la ampliación de competencias que se detectan en todos los perfiles (logística, informáticos, operarios de plataformas y de tiendas, administrativos, calidad, venta…) tienen el denominador común de la información de elementos tecnológicos, de análisis de datos y del desarrollo de competencias trasversales relacionadas con la responsabilidad, el compromiso o la capacidad de resolución de problemas.
La empleabilidad del futuro debe tener en cuenta, por último, dos grandes retos sociales y económicos, como destacó Ángels Fitó, vicerrectora de Competitividad y Empleabilidad en la Universitat Oberta de Catalunya. Uno de ellos es la evolución demográfica, que anuncia un déficit de jóvenes en el mercado laboral de aquí a 2035 y obliga a repensar tanto la captación de talento y la formación como la capacitación y motivación de los trabajadores más mayores. Otro es el reto medioambiental, que, al igual que la tecnología, también tendrá que integrarse en las tareas cotidianas de cada puesto de trabajo si las empresas quieren alcanzar el objetivo de la economía circular.