La recuperación después de COVID necesita del comercio como motor de la reactivación económica

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El comercio desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de una economía europea como enlace crucial entre los productores y fabricantes y los consumidores. Como hemos visto durante la crisis, sus cadenas de suministro no han parado de trabajar para asegurar que los consumidores tengan los productos esenciales que necesitan en su día a día. Sólo cuando algo sale mal, las personas se dan cuenta de lo bien que suele funcionar el proceso de aprovisionamiento de millones de productos diferentes de miles de proveedores y, afortunadamente, nada o casi nada ha salido mal durante esta crisis en lo que respecta al suministro de alimentación y productos básicos de higiene.

Sin embargo, el comercio de otro tipo de productos –y también de alimentación en zonas donde se ha producido, por ejemplo, el cierre turístico- puede sufrir y mucho en los meses venideros. Esto no sólo afectará a las comunidades en las que trabajan y prestan servicios, sino que su cierre también tendría un impacto significativo en el desempleo y, por lo tanto, en el poder adquisitivo de los afectados. El consumo privado representa el 50% del PIB de la UE y se puede marcar una verdadera diferencia si no logramos entre todos que la crisis sanitaria no derive en una profunda crisis económica y social en la UE. Por ello, el comercio es esencial: una tienda cerrada no puede vender nada, y todos sus proveedores notarán el impacto en sus ventas.

Este es el análisis que EuroCommerce, organización que agrupa al retail europeo y a la que pertenece ASEDAS, hace de la actual situación post-Covid. Sin embargo, y tras analizar el Plan de Recuperación presentado por la presidenta Ursula von der Leyen, su director general, Christian Verschueren, ve esperanzas: «Nos sentimos alentados por el enfoque positivo y ambicioso de la Comisión para hacer que la economía europea se mueva de nuevo después del daño masivo causado por el virus COVID. (…) Nuestro sector depende directamente de la marcha de la economía, pero también es un motor. Estimular el consumo significará, por lo tanto, un apoyo para todos los que forman parte de las cadenas de suministro en toda Europa«.

Aparte de la necesidad de inyectar liquidez en la economía y de asegurarse de que el dinero llegue a las empresas que lo necesitan lo antes posible, EuroCommerce ha establecido a la Comisión una serie de prioridades para la recuperación económica de Europa, entre las que se incluyen:

– Garantizar que el apoyo se destine a los servicios, incluidos el comercio minorista y mayorista como sector central.

– Un mercado único que funcione correctamente duplicaría el efecto sobre el PIB incluso del paquete de ayudas más generoso.

– Apoyo a la inversión para que las empresas aceleren su transición digital y de sostenibilidad como estímulo para una nueva actividad económica.

– Revitalización de las comunidades urbanas y rurales, asegurando que la infraestructura vital de servicios, incluida la venta al por menor.

– Un renovado impulso para mantener abiertos los mercados internacionales.