Estrategias de reparto de mercancías en las ciudades ante las Zonas de Bajas Emisiones

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El futuro de la distribución urbana de mercancías pasa por una movilidad urbana sostenible que cubra las necesidades de empresas y ciudadanos y que asegure que el acceso a bienes y servicios se realiza en base a los criterios de descarbonización que se han marcado en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Ésta obliga a que las ciudades creen ZBE (Zonas de Bajas Emisiones) antes de 2023. Con este horizonte, la armonización de las condiciones de acceso a las ciudades españolas es una reclamación de toda la cadena de valor involucrada en procesos de logística urbana, que considera que la multiplicidad normativa afectaría a la competitividad empresarial y rompería la unidad de mercado. Ésta fue una de las principales conclusiones del 2º Congreso AECOC de Smart Distribution, que reunió a responsables políticos y a representantes de empresas del gran consumo en torno a este debate. De hecho, la secretaria general de Transporte del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), María José Rallo, avanzó que se va a trabajar en este sentido.

Entre las estrategias que están activando las grandes ciudades españolas en relación a la distribución urbana de mercancías y la creación de sus ZBE antes de 2023 cabe mencionar las facilidades para la circulación de vehículos que usen energías sostenibles, el impulso de la distribución nocturna o el desarrollo de nuevas áreas de carga y descarga.

Los distribuidores también realizan grandes avances en este sentido. Quizá la renovación hacia flotas silenciosas y limpias sea una de las más visibles, aunque los avances logísticos destinados a la optimización del tratamiento y distribución de mercancías son numerosos y han supuesto grandes logros. En lo referente al transporte de alimentos entre las plataformas logísticas y las tiendas, se siguen criterios de eficiencia energética y optimización en cuanto a horarios. Además, una interesante conclusión del estudio Supermercados y distribución comercial en la movilidad sostenible realizado por el Institut Cerdá es la conveniencia de utilizar camiones de alto tonelaje, ya que una flota con camiones pequeños (10 Tm de PMA) supondría un incremento de las emisiones superior al 55%.

En otro orden de cosas, los distribuidores –tanto de alimentación como de otro tipo de bienes de consumo- y responsables de movilidad de las ciudades comparten el reto de configurar el modelo de reparto del comercio electrónico para que éste sea sostenible y rentable en un entorno de creciente demanda.

Como última reflexión en este post, esta vez sí centrada en la distribución de alimentación, cabe recordar la gran aportación del supermercado a la movilidad sostenible y saludable: el 90 por ciento de los clientes de estos establecimientos hacen la compra a pie y éste es uno de los mejores ejemplos del servicio cercano y sostenible de la distribución de proximidad en España.