España escala posiciones en el ranking europeo del reciclaje

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España ya se sitúa en séptima posición de la Unión Europea en reciclaje de envases, según los últimos datos publicados el 22 de diciembre por la Oficina Europea de Estadística de la Comisión Europea, Eurostat, que actualiza los principales indicadores de gestión de residuos a 2018. Según estos datos, España remonta posiciones con respecto a la última actualización -en 2017 nuestro país ocupaba la novena posición en reciclaje de envases- y por primera vez se sitúa por encima de Alemania.

Eurostat incluye bajo la categoría de envases tanto los domésticos -los que gestiona Ecoembes– como los industriales y comerciales. Se trata de una tendencia muy positiva en la gestión global de estos residuos en nuestro país que, según esta autoridad comunitaria, cada vez se reciclan más en comparación con el resto de países miembros. En el ámbito de la distribución alimentaria, la recogida, el reciclaje y la reutilización de todo tipo de materiales forma parte de la estrategia de cambio del sistema productivo hacia la economía circular.

La economía circular consiste en intentar que todas las materias primas que se utilizan se devuelvan al sistema productivo, que el residuo inevitable sea el mínimo posible y que éste sea tratado adecuadamente para que no termine en el medioambiente. Para ello es necesaria la implicación de ciudadanos, empresas y administraciones. En el caso de las empresas de ASEDAS, la reducción del consumo de materiales se ha situado en los últimos dos años en tasas próximas al 10% en el caso del plástico y al 20% en el caso del papel y cartón; mientras que los porcentajes de reciclado alcanzan valores que rondan –y en muchos casos superan- el 80%. Con sistemas de logística inversa muy avanzados –por los que los residuos se recuperan para su reutilización-. Estos materiales recuperados tienen como destino su reutilización en las propias cadenas o en gestores autorizados.

Además, una nueva generación de envases y de materiales está llegando ya a los lineales, siempre bajo el criterio de garantizar la seguridad alimentaria y cumplir los objetivos medioambientales. Dentro de los envases más visibles para los consumidores, las cadenas trabajan en sus productos de marca propia y con los proveedores –especialmente de fruta y verdura- para aplicar criterios de reducción y ecodiseño de manera que se avance hacia el objetivo de 100% reciclable o compostable. Además, muchas cadenas han dado ya pasos adelante para alcanzar las metas recogidas en la normativa, como la venta de menaje de un solo uso (platos, vasos, cubiertos, pajitas…) hecho con productos biodegradables.

Otro campo de trabajo es la búsqueda de alternativas a las bandejas de poliestireno y el film que se utiliza para dispensar los productos en las secciones de carne y pescado asistidas y en los recipientes de las secciones de comida preparada, avances que muchas cadenas ya aplican con el uso de materiales respetuosos con el medioambiente y que llegaran a la mayoría antes de fin de año.

Eurostat también actualiza otros indicadores relevantes como el de la generación de residuos por habitante en 2018 (España ocupa el puesto 18º de un total de 38, ya que incluye países europeos no miembros y estados vecinos) o la tasa de reciclaje de residuos municipales en 2019. En ambos casos España ocupa puestos sensiblemente inferiores a la media europea, lo cual indica el enorme desafío que todavía tenemos por delante.