
Día del Consumidor: por la esencialidad del comercio de alimentación
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El Día del Consumidor se instauró en 1983 por las Naciones Unidas como una manera de llamar la atención sobre los derechos de las personas cuando compran bienes y servicios y reivindicar mejoras en aquellos sectores que registran más problemas o reclamaciones.
Con el servicio al cliente en la esencia del tendero, la distribución alimentaria no es uno de estos sectores que aparecen en el ranking de los problemáticos. Muy al contrario, la capacidad de servicio que se ha demostrado durante las sucesivas crisis que venimos soportando, con la pandemia Covid como el gran hito, ha situado a autoservicios y supermercados como aliados de la sociedad a la hora de garantizar el acceso a una alimentación variada, completa, segura y a precios competitivos muy cerca de las casas de todos.
«Sirviendo a los consumidores, ayudando a los consumidores» es la frase con que la organización europea del comercio, a la que pertenece ASEDAS, resume esta vocación de servicio referida a todo tipo de productos, pero que asume muy especialmente la distribución alimentaria. La misma se concentra en cinco puntos: el comercio provee de servicios esenciales para el desarrollo de la vida diaria, el comercio posibilita la capacidad de elección, el acceso y la conveniencia, el comercio garantiza la calidad de los productos y precios competitivos, el comercio asegura el acceso a todo tipo de marcas y el comercio garantiza la calidad y la seguridad.
La importancia económica, social y también digital y medioambiental del comercio se ha puesto de manifiesto muy especialmente durante los acontecimientos acaecidos en los últimos meses. Por ello, hoy también es un buen día para reivindicar la necesidad de que la distribución alimentaria, y el conjunto de la cadena, sean considerados esenciales y se van protegidos por ese paraguas legal que va a facilitar hacer frente a cualquier crisis que se presente en el futuro.