Cómo contribuye la distribución alimentaria a hacer de España el país más saludable

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España es el país más saludable del mundo. Al menos así lo dice el índice Bloomberg Healthiest Country, que otorga a nuestro país una puntuación de 92,7 sobre 100 tras haber adelantado cinco posiciones desde el último análisis, en 2017. Uno de los motivos destacados es la calidad del sistema sanitario público, especialmente de atención primaria, pero también, y esto nos afecta como distribución alimentaria, tienen su parte de “culpa” el tomate, el jamón y el aceite de oliva, es decir, nuestra alimentación.

Para mantenernos en los primeros puestos de este ranking, los expertos coindicen en la importancia de difundir hábitos de vida saludables. Entre ellos, una alimentación equilibrada y ejercicio físico moderado. Con toda humildad, y también con la conciencia de la necesidad de realizar mejoras continuas, no es descabellado decir que el modelo de distribución alimentaria en España pone su granito de arena para hacer de nuestro país uno de los más saludables.

El formato de supermercado, en concreto, pone muy cerca de las casas de los consumidores una alimentación variada, completa, segura y a precios competitivos. El hecho de que una persona tenga la posibilidad de realizar una compra completa en un solo establecimiento y de que disponga de la suficiente variedad de productos, incluidos los frescos, es fundamental para que pueda construir una dieta a su medida. Esto lo saben muy bien las familias que tienen entre sus miembros a personas celiacas o con otro tipo de intolerancias.

Así mismo, es preciso subrayar que más del 85% de los clientes de los supermercados van a hacer la compra a pie. Seguramente, esto no sea suficiente para alcanzar el objetivo total del “ejercicio moderado” recomendado por los médicos pero, sin duda, contribuye a sumar en la casilla de “hábitos de vida saludables”. Esto sin olvidar que también se ayuda a la lucha contra la contaminación atmosférica, que es otro factor de bienestar social.

Por último, la extensión territorial del formato de autoservicio y supermercado es otra circunstancia que contribuye a que ningún ciudadano, viva donde viva, quede sin la posibilidad de acceder a una dieta equilibrada. El concepto de desierto alimentario es desconocido en España, donde cualquier ciudadano tiene una tienda de alimentación a menos de 15 minutos de distancia.

Muchos de nuestros supermercados realizan acciones de concienciación sobre hábitos de vida y alimentación saludables. Sin duda, es una línea en la que hay que seguir trabajando en complicidad con las administraciones públicas y la industria alimentaria, para que todos sigamos disfrutando de vivir en uno de los países más saludables del mundo.