5 acciones de los supermercados contra el desperdicio de alimentos

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“El comercio colaborará con las administraciones públicas y con otros agentes en la reducción del desperdicio alimentario en toda la cadena de valor”. Este es el compromiso número 7 del decálogo sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo de CEOE, que está alineado con el segundo  ODS de la ONU (hambre cero) y con el décimo segundo (producción y consumo responsables).

En el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra hoy, 29 de septiembre, los supermercados de ASEDAS reafirman su compromiso con la reducción del desperdicio alimentario y lo hacen recordando las acciones con las que, de manera constante, se están alcanzando importantes reducciones.

– Donación de alimentos. Considerada como una estrategia para evitar el desperdicio, además de para cumplir una importante labor social de apoyo a bancos de alimentos y otras organizaciones, todas las cadenas llevan a cabo programas de donación que alcanzan a más de un centenar de ONGs. Estos, además, dan prioridad a las necesidades locales, las más cercanas a la actividad de las empresas.

– Gestión del surtido. Con un alto grado de automatización, los pedidos que llegan a tienda están perfectamente calculados en función de su demanda, con lo que se maximiza al máximo el stock. Además, muchos supermercados visibilizan de diferentes maneras los productos que se encuentran próximos a su fecha de caducidad para darles pronta salida. Este ajuste de pedido a la demanda se puede observar claramente en las últimas horas del día del supermercado.

Aprovechamiento de determinados productos que se destinan a alimentación animal o valoración energética, entre otros.

Campañas de concienciación sobre compra responsable. Muchas cadenas ofrecen consejos de compra responsable y de conservación de alimentos a través de sus páginas webs o de la megafonía de los establecimientos.

Colaboración con la industria y los productores. Con el objetivo de “producir lo que se demanda”, el diálogo en la cadena es fundamental para ajustar las producciones a la demanda real del consumidor.

La lucha contra el desperdicio alimentario tiene una estrecha relación con el objetivo de los supermercados de alcanzar la economía circular en sus procesos productivos. La aspiración de liderar lo que podemos llamar “el cierre del círculo” consiste en reducir, recuperar y reutilizar todas las materias primas que se utilizan en la distribución de alimentos. Hemos de ser conscientes de que siempre quedará un mínimo inevitable, también en lo que se refiere a los alimentos, pero éste debe ser correctamente recuperado y tratado para que no termine en el medioambiente en una tarea conjunta de la totalidad de la cadena, incluyen administraciones y ciudadanos.